2 jun 2010

Leche materna vs La Formula

Por Chamaris Delgado Baerga


Unos meses atrás, cuando me disponía a comenzar la introducción de sólidos a mi segundo bebé de 4 meses y medio, me cuestioné acerca de alimentación de los infantes hace más de cien años, ya que no fue hasta mediados de la década de 1930 que la lactancia artificial o fórmula llegó a revolucionar el amamantamiento.
Aunque he tenido la oportunidad de amamantar a mis dos retoños sin necesidad de complementar con fórmula, me surgieron cuestionamientos: ¿Qué pasaba con los niños cuando las madres no “producían” leche o tenían una producción baja o estaban enfermas y no podían amamantar? ¿Con qué los alimentaban? ¿Qué hacían las madres cuando aún la fórmula no existía?  Entonces decidí investigar al respecto y los datos que encontré fueron muy interesantes: 
1. En el 1800 A.C. existían códigos (Código Hammurabi) que regulaban la alimentación a través de nodrizas (mujeres que alimentan los hijos de otra mujer). 
2. En Esparta las mujeres estaban obligadas a amamantar a sus hijos y más aún la esposa del rey, pues era un requisito para heredar el reino.
3. En el Siglo XIX se comenzó la búsqueda de un producto que reemplazara la leche materna hecho con leche de vaca, azúcar y agua.
4. En 1884 el Dr. A.V. Meigs, publicó un análisis entre la leche humana y la de vaca. Se dedicó a mejorar la última para igualarla a la humana, añadiendo agua de cal, grasa y azúcar; al ser esterilizada, el escorbuto y la desnutrición se hicieron comunes.
5. En el Siglo XX los movimientos a favor de la lactancia materna como único medio de alimentación para un recién nacido hasta que cumpla un año se hace fuerte nuevamente, demostrando las diferencias cognitivas, psicológicas y físicas que existen entre niños lactados de forma natural versus los alimentados de forma artificial. 
Durante la historia se ha tratado de conservar la lactancia materna como el único medio de alimentación para un recién nacido y los beneficios que se tienen a corto y largo plazo en los niños son hartamente conocidos. Nuestros antepasados eran muy celosos con el cuidado de los infantes, tanto así, que las mujeres estaban de 3 a 6 meses sin salir de sus casas cuidando de sus retoños y amamantaban a sus niños siempre y cuando no tuvieran algún problema de salud o fisiológico. Las que no lo podían hacer recurrían a nodrizas para poder alimentar a sus infantes. Aquellos que no contaban con la comodidad de una nodriza se alimentaban de agua con azúcar, y eran muy pocos los que sobrevivían a esta dieta ya que los infantes menores de seis meses necesitan nutrientes, grasas y vitaminas que adquieren a través de la leche materna, además de anticuerpos y refuerzos inmunológicos. Además muchos estudios han demostrado que la leche de vaca antes del primer año de vida sensibiliza el sistema digestivo del infante.  Por ende, las madres que económica y socialmente no tenían la disponibilidad de una nodriza no tenían muchas alternativas para la dieta de sus pequeños. Por otra parte, en algunos países como (Baganda) África no era bien visto que otra mujer alimentara a un niño que no fuera suyo, ósea los niños que no eran amamantados por sus madres morían por desnutrición. En Marruecos las mujeres necesitan permiso de su marido para poder amamantar a un niño que no sea del matrimonio legítimo. Entonces la necesidad, una vez más, fue la madre de la invención.
Durante el siglo 18 médicos y comerciantes comenzaron a trabajar en el surgimiento de un sustituto de la leche materna. Actualmente los ingredientes de la fórmula se establecen modificando la proteína de la leche de la vaca y agregando lactosa, así como grasas, vitaminas, y minerales con objeto de imitar los componentes de la leche humana. En algunos casos se sustituye la proteína  de la vaca por la de la soya, para los niños que son intolerantes  a la lactosa. Sin embargo podría decirse que el éxito de este producto está incompleto, pues aún no se ha podido igualar la leche materna.  
A pesar de los esfuerzos las cualidades de la leche materna, entre éstas su propiedad antibacterial, no se han podido imitar, por eso aunque podría parecer que las nodrizas son cosa del pasado, la realidad es que todavía existen, sólo que ahora trabajan voluntariamente y a través de una agencia intercesora: los bancos de leche materna.  
Algunas madres por problemas de salud o fisiológico no pueden amamantar a sus niños. Las mujeres que deseen cooperar donan su leche que contiene los nutrientes y vitaminas que necesitan los recién nacidos para fortalecer su sistema inmunológico y estimular su desarrollo cognitivo y psicológico a estos bancos.
Para poder participar del programa se necesita receta médica. La accesibilidad es restringida y el precio es de $3.00 por onza. Usualmente los seguros médicos privados cubren el costo de la leche. En otros casos el banco provee planes de pago para las personas que no pueden pagar en el momento. Las madres que participan en la donación de leche son evaluadas y están comprometidas con donar una cantidad de leche en específico hasta que les sea posible. La leche donada es sometida a pruebas de calidad que incluye un examen de VIH, luego es procesada y almacenada. 
La desventaja es que sólo existen 9 Bancos de leche materna en Estados Unidos.  Aunque hay muchos a nivel internacional que son accesibles en la web. Por ejemplo, en National Milk Bank se compra y vende leche materna. Estas entidades proveen manejo y envío para personas que no vivan cerca del banco por el costo que sea pertinente. 
En la actualidad las madres que no pueden lactar, por la razón que sea, tiene varias opciones, pero es importante recalcar que la leche artificial no iguala jamás los beneficios de la leche materna. Durante la lactancia el bebé recibe “inmunidad”, porque el líquido que sale de lo senos de la madre está cargado con la información que necesita el cuerpo del bebé para defenderse de enfermedades. Por otro lado, el uso de los bancos de leche, al igual que la formula, reduce la conexión y la seguridad que sólo brinda el pecho.
La lactancia materna los primeros días y a veces hasta el primer mes no es tarea fácil. Se lo dice una madre que ha lactado a dos niños (a mi hija mayor hasta el año y al pequeño aún lo continuo lactado). Es cuestión de tener paciencia y mucho apoyo de la pareja y la familia. Hay que prepararse, igual o más que para el parto; a veces duele y molesta, pero les aseguro que es la experiencia más hermosa que existe dentro de la maternidad. 


* Chamaris es la dedicada madre de una niña y un niño, fanática de Mamá Kanguro y próxima consultora de la lactancia

1 comentario: