16 jun 2010

El asiento de bebé mirando hacia atrás reduce el riesgo de lesiones y muerte

En una de nuestras primeras ediciones, discutimos la importancia del asiento protector. Hay que usarlos y punto. ¿Qué más podría decirse al respecto? Mucho.
Cuando uno piensa que basta con adquirirlo y usarlo, se da cuenta que las sillas de seguridad para niños son difíciles de instalar. Ya que muchos padres no las ponían correctamente, se iniciaron campañas de inspección en tiendas, hospitales y estaciones de bomberos y policías. Con esto el asunto parece quedar resuelto: lo compras, lo instalas y lo llevas a inspeccionar. Falso. Esta semana descubrí que hay muchos detalles que no conocemos al respecto.
Traté de poner el asiento protector de mi bebé en un nuevo carro. Durante la instalación, nos dimos cuenta que éste quedaba muy flojo en el centro del asiento, así que tuvimos que ponerlo en el lado de la ventanilla utilizando el sistema LATCH (Lower Anchors and Tethers for Children). Desde entonces me la he pasado preocupada, porque me parece que el centro es el lugar más seguro y decidí ponerme a investigar. 
Efectivamente la parte del medio del asiento trasero es la más segura, así lo indica la Academia Americana de Pediatría y la organización Car Safety. Los laterales representan un mayor riesgo en caso de accidentes. El problema es que no todos los asientos de seguridad modernos quedan bien instalados con el cinturón en esta parte del automóvil, y el sistema LATCH sólo se encuentra en los lados. 
Pero lo más interesante e impactante que encontré es que utilizar la silla de seguridad en la posición hacia al frente (donde el bebé mira hacia el parabrisas) no es tan seguro como parece.

Mira este vídeo detenidamente

Durante una colisión, el infante que se encuentra en esta posición está protegido de una posible expulsión, pero sus brazos, cuello, cabeza y piernas se mueven violentamente hacia delante. En una situación como ésta existe un alto riesgo de lesiones espinales, cuyos resultados pueden ser graves o mortales.
Pocos conocen esta realidad y los fabricantes de asientos para bebés indican en sus manuales que es seguro cambiar a esta posición cuando el bebé cumple un año o cuando alcanza las 20 libras. Pero la verdad es que esto no es una norma. Usted no DEBE cambiar la silla mirando hacia adelante, lo que se dice es que usted PUEDE, es decir, si quiere. 
¿Y para qué queremos poner a nuestros hijos mirando hacia adelante? Para ver mejor sus caritas, para que cambie de paisaje... Al cambiar la silla estás disminuyendo la protección que tiene tu bebé. 

Mira lo que le pasó a este niño

Esta posición es más segura por las siguientes razones:
1. En un choque frontal, la parte posterior del asiento de bebé que se encuentra orientado hacia el baúl del auto distribuye la fuerza del impacto entre la espalda, cabeza y cuello, y también previene que la cabeza se rompa.

2. El que las piernas del niño estén dobladas o que puedan tocar / patear el asiento del vehículo cuando el asiento está orientado hacia atrás NO representa un riesgo. Sus piernas no se romperán en caso de accidente.

3. Poner la silla de seguridad mirando hacia atrás tanto como sea posible es la recomendación de la Academia Americana de Pediatras, y puede reducir las lesiones y muertes. 

4. Los accidentes automovilísticos son la causa número 1 de muerte en general para los niños menores de 14 años. 

5. Esta forma de colocar el asiento de bebé puede no ser tan efectiva en un choque trasero, pero estudios indican que las colisiones frontales son mucho más frecuentes y mucho más graves.
Tomado de Car Safety Org 

Desafortunadamente, muchos padres viven ajenos a todo esto, porque ni sus pediatras, ni los fabricantes de asientos protectores los educan al respecto. Es importante señalar que en los Estados Unidos, existen asientos diseñados para sostener a los menores en la posición mirando hacia atrás hasta que alcancen las 30, 33 o 35 libras. Estos son conocidos como Convertible Car SeatsEl peso varía de acuerdo al fabricante, por lo que debe leerse detenidamente las instrucciones o contactarlos directamente. Por lo general la silla será segura en esta posición siempre y cuando la parte superior de la cabeza esté por debajo de la parte superior del respaldo del asiento. 

En países como Suecia, los niños viajan orientados hacia atrás mucho más tiempo, incluso hasta los 3 o 4 años de edad. En este país  las lesiones relacionados a accidentes de carro y las tasas de mortalidad que enfrentan los niños están cerca del cero por ciento. 
Verle la cara a nuestros hijos es muy hermoso, pero protegerlos lo es más. Lleva tu asiento a inspeccionar y ¡Mantén a tu hijo mirando hacia atrás!

10 jun 2010

El comienzo del destete

Hace algunos días mi niña cumplió seis meses. Aproveché la ocasión para festejar que logramos alimentar a la niña todo ese tiempo con leche materna exclusivamente. Nada de formula, ni botellas de agua; puro pecho. De modo que esa noche celebramos dándole a la bebé su primera porción de cereal.


El acontecimiento fue filmado y fotografiado y la emoción de verla comer por primera vez bloqueó la realidad de lo que estaba viviendo, pero papá se encargó de traerme de vuelta a la tierra: "ya comenzó el destete". Ese primer platito de tantos más que se comerá representan menos contacto piel a piel con mi hija, menos miradas cómplices, es decir, el comienzo del fin de un espacio que sólo nos pertenece a nosotras dos.


Cuando desperté de toda esa nostalgia, miré el lado positivo: ahora podría enseñarle a mi bebé cuán suculento puede ser el mundo que nos rodea y escogí hacerlo a través de papillas o compotas hechas en casa. Tengo el tiempo para hacerlo, puesto que no trabajo, y además desconfío mucho de los alimentos procesados y enlatados.


Hacer la comida de bebé en casa, no es tan complicado como parece. Basta con cocinar las verduras o frutas muy duras en agua o al vapor. Los alimentos no deben condimentarse ni endulzarse, así que se debe evitar usar sal u otros ingredientes a la hora de hervir las hortalizas. Después debes usar un procesador de comida para triturarla. Las tiendas especializadas vende unos particularmente diseñados para hacer papillas, pero una licuadora convencional sirve igual. Para manejar la consistencia puedes echar leche materna o agua para diluirlo o ponerle cereal para espesarlo y añadir textura.


Una buena idea para ahorrar tiempo y desperdicios es cocinar varias porciones y congelarlas para la semana. Para este fin se pueden usar unas bandejas o recipientes de una o dos onzas que se colocan en el congelador. 


Los expertos recomiendan comenzar con vegetales y frutos amarillos porque son más fáciles de digerir, pero eso queda a discreción de los padres. Lo ideal es que una vez haya probado las papillas  en cada uno de los sabores, se le de a probar compotas mixtas. Buenas combinaciones son: batata y zanahoria, calabaza y espinaca, chícharos y zanahoria, manzana y guineo, pera y melocotón. 


Aunque quiero mantener mi determinación de preparar toda la comidita en la casa, ya adquirí algunos potes para cuando haya urgencia. Leí detenidamente las etiquetas y en éstas aseguran que no añaden nada artificial y que la azúcar que contiene se encuentra naturalmente en las frutas y verduras. Pero ningún pote incluye el ingrediente que yo le pondré a todo: amor; 100% amor.





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Hermosa fotografía

De Derecha a Izquierda

Mis amigos y familiares se burlaban - y se burlan de mí- porque desde que quedé embarazada me la he pasado repitiendo: “yo leí que...” cada vez que iba a hablar de algo relacionado a gestación o bebés. En esas lecturas recalcaban mucho la necesidad de poner a dormir a los bebés boca arriba.
Contrario a lo que te va a decir tu mamá o tu abuela, el bebé no se va ahogar con un “buche”; ellos tienen un reflejo que les hace girar la cabezita hacia al lado cuando ocurren estas regurgitaciones. Esta diferencia de opiniones generacional se debe a nuevos descubrimientos que indican que posicionar a los infantes sobre sus espaldas cuando duermen reduce el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita Infantil(SIDS en inglés o comúnmente conocido como la muerte de cuna). 
Con ese miedo en cuenta, mi hija pasó los primeros meses de vida durmiendo tal y como manda la literatura: boca arriba. Y cuando llegó la cita de los 2 meses el pediatra nos anunció que la pequeña tenía un lado del cráneo algo aplanado y que parecía tener tortícolis.
En ese instante mi memoria hizo un recorrido automático por todas las escenas en las que noté “algo raro” en mi nena: siempre dormía mirando hacia su derecha, al bañarla me miraba a mí; que estaba a su diestra, al cambiarla, al sacarle los gases... En fin, y para mí desgracia, mi hija parecía tener cierta afiliación por la derecha.
Fuimos referidos a terapia física pediatrica, donde confirmaron el diagnóstico y nos hicieron un programa que resolvería el problema, pero el papá de mi bebé se preguntó cómo sobrellevan la tortícolis los niños de antaño cuando no existían especialistas. La respuesta está en que antes no había tantos casos como ahora. Y es que hay una intrínseca relación entre la campaña “Dormir boca arriba”, la cabeza plana y la tortícolis.
La campaña ciertamente ha reducido significativamente los casos de muerte súbita infantil, y si tuviera otro bebé no dudaría en hacerlo dormir sobre su espalda, pero también se ha observado un aumento de cinco veces en la incidencia de cabezas planas desde entonces, dijo Michael Edwards, un neurocirujano pediátrico en Sacramento, California.
La tortícolis se da cuando uno o más músculos del cuello se encuentran extremadamente tensos, lo que provoca que la cabeza se incline y, o gire en una misma dirección y se corrige con estiramientos y modificaciones en las actividades diarias:
1. Aumentar el tiempo que el bebé pasa sobre su barriga. Es la única manera que los infantes fortalecen los músculos del cuello. Es importante que pasen dos periodos de 15 minutos al día en esta posición. Al principio no le gustará, pero puedes ayudar si le pones una almohadita (algunos gimnasios para bebé las traen) o una toallita enrollada en el área del pecho.

2. Hacer que duerma intercambiando lados. Para esto usé un artículo llamado Snuggle Nest. Pero si no puedes  adquirirlo puedes ponerle una frisa enrollada para impedir que se volteé.

3. Reducir el tiempo que pasa en asientos de seguridad para el auto, andadores, columpios, etc., ya que estos impiden ejercitar el área del cuello y aumentan el tiempo que su cabeza permanece aplanada contra una superficie.
4. Seguir los ejercicios de estiramiento en casa.
El 90 por ciento de estos casos se corrige eficazmente con terapia física, sin embargo, la terapeuta de mi hija me advirtió que a veces, sin razón aparente, los bebés con esta condición comienza a mostrar los síntomas en el lado contrario, algo conocido como tortícolis revertida. Mi hija es toda sorpresas, ahora ha decidido volverse de izquierda.

2 jun 2010

¡Qué Viva la Lactancia!





Luego de varias semanas de ausencia regresamos con más fuerza. Son tiempos donde todas las consignas son de lucha: ¡Qué vivan los estudiantes!, ¡Detengan el derrame!, ¡Arriba los inmigrantes!


Mamá Kanguro se une a la ola y grita esta semana.


Para celebrarlo, les presentamos la primera colaboración de una lectora a nuestra revista. Chamaris Delgado Baerga es una buena amiga que conozco desde mis años de escuela superior. Trabajamos juntas en la Sociedad Nacional de Honor de Puerto Rico. En aquellos años yo era la Presidenta y ella la Vice-Presidenta, pero desde que nació mi hija, ella se ha convertido en mi capitana. Chama, como le decimos cariñosamente, es el vivo ejemplo de una madre dedicada, hiperactiva, emprendedora, creativa y embelequera. Pero sobretodo, es una defensora sagaz de la lactancia. En esta edición les presento un artículo que ha escrito ha manera de defender este importante tesoro.

Esta semana se la dedicamos a la lactancia. Que sea un tributo a las que nos sacamos la teta en to' laos'.
¡Que viva la teta!

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Leche materna vs La Formula

Por Chamaris Delgado Baerga


Unos meses atrás, cuando me disponía a comenzar la introducción de sólidos a mi segundo bebé de 4 meses y medio, me cuestioné acerca de alimentación de los infantes hace más de cien años, ya que no fue hasta mediados de la década de 1930 que la lactancia artificial o fórmula llegó a revolucionar el amamantamiento.
Aunque he tenido la oportunidad de amamantar a mis dos retoños sin necesidad de complementar con fórmula, me surgieron cuestionamientos: ¿Qué pasaba con los niños cuando las madres no “producían” leche o tenían una producción baja o estaban enfermas y no podían amamantar? ¿Con qué los alimentaban? ¿Qué hacían las madres cuando aún la fórmula no existía?  Entonces decidí investigar al respecto y los datos que encontré fueron muy interesantes: 
1. En el 1800 A.C. existían códigos (Código Hammurabi) que regulaban la alimentación a través de nodrizas (mujeres que alimentan los hijos de otra mujer). 
2. En Esparta las mujeres estaban obligadas a amamantar a sus hijos y más aún la esposa del rey, pues era un requisito para heredar el reino.
3. En el Siglo XIX se comenzó la búsqueda de un producto que reemplazara la leche materna hecho con leche de vaca, azúcar y agua.
4. En 1884 el Dr. A.V. Meigs, publicó un análisis entre la leche humana y la de vaca. Se dedicó a mejorar la última para igualarla a la humana, añadiendo agua de cal, grasa y azúcar; al ser esterilizada, el escorbuto y la desnutrición se hicieron comunes.
5. En el Siglo XX los movimientos a favor de la lactancia materna como único medio de alimentación para un recién nacido hasta que cumpla un año se hace fuerte nuevamente, demostrando las diferencias cognitivas, psicológicas y físicas que existen entre niños lactados de forma natural versus los alimentados de forma artificial. 
Durante la historia se ha tratado de conservar la lactancia materna como el único medio de alimentación para un recién nacido y los beneficios que se tienen a corto y largo plazo en los niños son hartamente conocidos. Nuestros antepasados eran muy celosos con el cuidado de los infantes, tanto así, que las mujeres estaban de 3 a 6 meses sin salir de sus casas cuidando de sus retoños y amamantaban a sus niños siempre y cuando no tuvieran algún problema de salud o fisiológico. Las que no lo podían hacer recurrían a nodrizas para poder alimentar a sus infantes. Aquellos que no contaban con la comodidad de una nodriza se alimentaban de agua con azúcar, y eran muy pocos los que sobrevivían a esta dieta ya que los infantes menores de seis meses necesitan nutrientes, grasas y vitaminas que adquieren a través de la leche materna, además de anticuerpos y refuerzos inmunológicos. Además muchos estudios han demostrado que la leche de vaca antes del primer año de vida sensibiliza el sistema digestivo del infante.  Por ende, las madres que económica y socialmente no tenían la disponibilidad de una nodriza no tenían muchas alternativas para la dieta de sus pequeños. Por otra parte, en algunos países como (Baganda) África no era bien visto que otra mujer alimentara a un niño que no fuera suyo, ósea los niños que no eran amamantados por sus madres morían por desnutrición. En Marruecos las mujeres necesitan permiso de su marido para poder amamantar a un niño que no sea del matrimonio legítimo. Entonces la necesidad, una vez más, fue la madre de la invención.
Durante el siglo 18 médicos y comerciantes comenzaron a trabajar en el surgimiento de un sustituto de la leche materna. Actualmente los ingredientes de la fórmula se establecen modificando la proteína de la leche de la vaca y agregando lactosa, así como grasas, vitaminas, y minerales con objeto de imitar los componentes de la leche humana. En algunos casos se sustituye la proteína  de la vaca por la de la soya, para los niños que son intolerantes  a la lactosa. Sin embargo podría decirse que el éxito de este producto está incompleto, pues aún no se ha podido igualar la leche materna.  
A pesar de los esfuerzos las cualidades de la leche materna, entre éstas su propiedad antibacterial, no se han podido imitar, por eso aunque podría parecer que las nodrizas son cosa del pasado, la realidad es que todavía existen, sólo que ahora trabajan voluntariamente y a través de una agencia intercesora: los bancos de leche materna.  
Algunas madres por problemas de salud o fisiológico no pueden amamantar a sus niños. Las mujeres que deseen cooperar donan su leche que contiene los nutrientes y vitaminas que necesitan los recién nacidos para fortalecer su sistema inmunológico y estimular su desarrollo cognitivo y psicológico a estos bancos.
Para poder participar del programa se necesita receta médica. La accesibilidad es restringida y el precio es de $3.00 por onza. Usualmente los seguros médicos privados cubren el costo de la leche. En otros casos el banco provee planes de pago para las personas que no pueden pagar en el momento. Las madres que participan en la donación de leche son evaluadas y están comprometidas con donar una cantidad de leche en específico hasta que les sea posible. La leche donada es sometida a pruebas de calidad que incluye un examen de VIH, luego es procesada y almacenada. 
La desventaja es que sólo existen 9 Bancos de leche materna en Estados Unidos.  Aunque hay muchos a nivel internacional que son accesibles en la web. Por ejemplo, en National Milk Bank se compra y vende leche materna. Estas entidades proveen manejo y envío para personas que no vivan cerca del banco por el costo que sea pertinente. 
En la actualidad las madres que no pueden lactar, por la razón que sea, tiene varias opciones, pero es importante recalcar que la leche artificial no iguala jamás los beneficios de la leche materna. Durante la lactancia el bebé recibe “inmunidad”, porque el líquido que sale de lo senos de la madre está cargado con la información que necesita el cuerpo del bebé para defenderse de enfermedades. Por otro lado, el uso de los bancos de leche, al igual que la formula, reduce la conexión y la seguridad que sólo brinda el pecho.
La lactancia materna los primeros días y a veces hasta el primer mes no es tarea fácil. Se lo dice una madre que ha lactado a dos niños (a mi hija mayor hasta el año y al pequeño aún lo continuo lactado). Es cuestión de tener paciencia y mucho apoyo de la pareja y la familia. Hay que prepararse, igual o más que para el parto; a veces duele y molesta, pero les aseguro que es la experiencia más hermosa que existe dentro de la maternidad. 


* Chamaris es la dedicada madre de una niña y un niño, fanática de Mamá Kanguro y próxima consultora de la lactancia