26 mar 2010

Historia de un blog esperado

Hace tres meses y medio me pasó la cosa más bella, demente y agotadora: tuve una bebé. El 7 de diciembre 6.5 libras y 19 pulgadas llegaron y cambiaron el curso de mi vida para siempre. Tengo 23 años y las noches de fiesta son cosa del ayer. En las celebraciones rechazo las cervezas y las gaseosas y tomo agua. Vestirme, una actividad que antes me tomaba unos pocos minutos, porque nunca he sido muy "fashionista", ahora es un suplicio de quita y pon, ya que los sostenes de lactancia se asoman burlones en todas mis camisas. Cocino, me baño, limpio y reviso mi correo a la velocidad de Flash. Pongo la olla en la estufa y voy a la cuna a ponerle el chupo, corto la cebolla y regresó al cuarto para prender el móvil, adobo el pollo y la niña ya empieza a llorar. No es raro que escuche pitos y una voz que repite: "en sus marcas, listos, ¡fuera!" porque mi vida es un maratón.


En uno de los pocos ratos libres que me quedan, ví una película que me inspiró a crear este blog: Julie and Julia. No se las recomiendo, pero uno de sus personajes comenzó un blog de cocina con el reto de publicar una entrada por día. Mi desafío es diferente, ya que como se darán cuenta, es casi imposible pasar mucho rato frente a la computadora. Aquí no encontrarán una entrada por día, ustedes tampoco tendrán tiempo para leerlas, por el contrario hallarán respuestas, claras y concisas a través de mis experiencias, lecturas y búsquedas.


Hubiese sido chevere empezar antes, pero nunca es tarde. Mi reto es 5 entradas por semana y lo más difícil para mí: que no pasen de 350 palabras. ¡Lee, únete, pregunta y riega la voz!